Segunda parte: el romanticismo y el nacionalismo finlandés
Identidad finlandesa
Al igual
que en toda Europa, el siglo XIX se caracterizó por las revoluciones y la
afectación de éstas en las artes, además se creó una ideología que ayudaría a
naciones sometidas a obtener su independencia y Finlandia fue una de esas
naciones. Durante la segunda mitad del siglo XIX y la Universidad de Helsinki
fue cuna de grandes pintores, escritores, poetas y músicos que desarrollarían
el romanticismo finlandés; éstos artistas buscaron crear obras de arte y
definir una identidad propia, algo que los caracterizara como finlandeses.
Para
comenzar con la identidad finlandesa hay que ubicar al país geográficamente: para Ángel Ganivet,
Finlandia se encuentra en desventaja por su ubicación geográfica, ya que a la
derecha tiene al "Coloso del Norte" (Rusia) y a la izquierda al león
que se abalanza sobre Europa (Suecia),[1]
pero esto no es desventaja, sino lo contrario, ya que Finlandia puede estar
influenciada por la cultura occidental, representada por Suecia y por la
cultura oriental, en el caso de Rusia, teniendo así, un crisol de culturas y
una combinación de las mismas que hacen de la finlandesa, una cultura única.
Intento de rusificación
Debido a
las enormes atribuciones que tenía el país dentro del Imperio, los rusos
nacionalistas comenzaron a criticar esta situación, así como la relación de Finlandia
con el resto de Europa.[2]
Esto trajo como consecuencia el primer período de rusificación; en este lapso,
Rusia trató de atraer al Gran Ducado a su esfera de influencia, lo que provocó un enfrentamiento
entre la élite finlandesa y el gobierno ruso.[3]
Para 1899 el zar Nicolás II abrió un ataque contra la soberanía finlandesa, mismo
que se detendría en 1905,[4]
con la disolución de su ejército, la implantación del ruso como lengua oficial,
así como la disminución del poder de la Dieta finlandesa y por último la
represión.[5]
Esto trajo consigo la desaparición de los privilegios y las costumbres, bajo la
consigna de la uniformidad y rusificación de los territorios.
Pintura, literatura y música nacionales
La pintura como espejo del nacionalismo
Durante el
siglo XIX la pintura jugó un papel muy importante para el desarrollo del
nacionalismo; Albert Edelfelt fue un representante muy importante de éste arte,
su obra capital es el retrato de Luis Pasteur, lo que demuestra la importancia
de Finlandia dentro del ámbito europeo. Sin embargo a lo largo de sus obras
bien se puede ver el nacionalismo que reinaba en Finlandia a finales de éste
siglo, como se puede ver en la pintura París en la nieve, donde el paisaje parisino más parece uno finlandés, aquí la nieve
juega un papel importante, y lo podemos ver hasta en el nombre, una pieza donde
las construcciones que se observan no son típicas parisinas y más bien podría
parecer alguna ciudad al interior del país nórdico e incluso podría ser la
ciudad natal del artista. No se puede hablar del monumento representativo de París,
puesto que para cuando el artista realizó la obra, la torre Eiffel apenas
comenzaba su construcción.
Es en éste
momento cuando comienzan a llegar las primeras fábricas al país y una vez más,
esto se puede observar en la pintura, ya que el desarrollo económico-industrial
del país y al mismo tiempo de las primeras consignas nacionalistas, mismas que
fueron mostradas en todos los aspectos posibles.
Otro
representante del romanticismo pictórico finlandés es Akseli Gallén-Kallela,
con los frescos que realizó sobre el Kalevala,
la epopeya épica finlandesa, éstas obras de tamaño colosal, no sólo lo son en
cuanto a tamaño, lo son en cuanto a técnica y nacionalismo, ya que, desde el
tema tratado son obras nacionalistas. Dentro de éstas piezas se pueden observar
pasajes del Kalevala, que representan la lucha de los finlandeses contra
los rusos, los primeros peleando por su independencia; los segundos defendiendo
sus intereses. La obra que se ve a continuación es La defensa del Sampo (Sammon puolustus).
Otra obra
pictórica en la que se puede observar esta lucha es El ataque (Hyökkäys) del pintor Eetu Isto, en dónde se hace muy presente la teoría de las
nacionalidades, aquí el pintor plasmó a Finlandia como una hermosa doncella,
que es atacada por un águila bicéfala, misma que representa al imperio ruso. En
esta obra se ilustra de una manera clara y directa el intento de rusificación
por parte del imperio, y la protesta no pudo ser más clara.
Con sus
obras "los finlandeses querían mostrar también a través de su arte que
Finlandia podía disponer de una existencia independiente en el concierto de las
naciones europeas."[6]
Y esto se vio reflejado en la Exposición Universal, llevada a cabo en París en
el año de 1899, donde Finlandia fue recibida en su pabellón exclusivo. Ahí el
país "subrayó su propia índole y su definición con respecto a Rusia causó
ciertos conflictos [...] el pabellón y el arte de Finlandia provocaron una
importante atención política, en cuyo trasfondo se encontraba el conflicto
institucional entre Rusia y Finlandia."[7]
Durante éste período se puede observar que Finlandia comenzó a tener un papel
más activo dentro del continente europeo.
Kalevala
Una de las
primeras manifestaciones nacionalista-románticas es el Kalevala, la
epopeya épica finlandesa; según Ángel Ganivet ésta creación es la manifestación
más importante del nacionalismo finlandés,[8]
y bien tuvo razón ya que ésta obra es la cosmovisión de un pueblo sometido, es
los orígenes de ese pueblo, es la lucha entre el hombre y el clima inhumano
predominante en Finlandia. La primera edición del libro fue en 1835 y constaba
de poco más de 5,000 versos y para 1849 se editó de manera definitiva, con más
de 23,000 versos, agrupados en 50 cantos.[9]
Ésta serie
de cantos antiguos fue recopilada por un médico llamado Elias Lönnrot, quien se pasó gran parte de su vida
recorriendo las zonas carelianas escuchando y tomando notas de todos los
poemas, mismos que adquirirían una importancia capital, ya que sería mediante
el Kalevala que se daría a conocer la existencia y el carácter específico
de los finlandeses.[10]
Sin
embargo, "lo que hizo tan significativo el Kalevala no fue tanto su
contenido y su lenguaje como el hecho de que los finlandeses fueran capaces de
realizar semejante logro cultural."[11]
Y esto es correcto, ya que Finlandia estuvo mucho tiempo sonetos y además tuvo
un impacto significativo en cuanto a la lengua, ya que después de la
publicación del libro, J.V. Snellman, exigió la implantación del finés como
lengua de la administración y la cultura, lo que significaba un compromiso con
el pueblo finlandés.[12]
Maamme (Nuestra
tierra)
Ese
nacionalismo también se puede notar en el poema escrito por Johan Ludvig
Runeberg, que aunque escrito originalmente en sueco, es actualmente el himno
nacional de Finlandia. Como se puede ver en la cita inicial de éste trabajo, el
poema habla sobre la naturaleza finlandesa, sobre cómo es Finlandia y, en
resumidas cuentas, es la exaltación de una tierra que aunque pobre, es la torre
que vio nacer a los finlandeses,[13]
ya que si bien, para los rusos o los suecos esta tierra no daba muchos réditos
económicos, para los finlandeses es la mejor tierra del mundo.
Esto
también se ve reflejado en la obra que Jean Sibelius compuso a finales del siglo
XIX, Finlandia. Ésta pieza musical es la creación de una imagen de
grandeza, de una Finlandia grande, llena de dones, donde hay una gran
prosperidad y sobre todo, donde hay finlandeses, todo esto a través de los
sonidos. Actualmente en el país existe una consigna de que el opus no. 26 de
Sibelius sea el himno nacional, ya que la letra, aunque posterior, habla sobre
el despertar del nacionalismo finlandés y sobre todo, del despertar de una
nación.[14]
A modo de conclusión
Como
podemos ver, la situación general de Finlandia durante el siglo XIX dio paso al
nacimiento de un nacionalismo bien fundamentado, cosa que se puede ver en un
dicho popular de ese siglo: "suecos no somos y rusos no queremos ser,
entonces seamos finlandeses."[15]
Con ésta consigna podemos notar el enorme sentimiento de amor a la patria
surgido durante el siglo XIX, ya que si bien, el país y sus habitantes gozaron
de enormes privilegios bajo el dominio ruso, los finlandeses no se sentían bien
siendo parte de Rusia, y las manifestaciones surgidas a lo largo del siglo XIX
y principalmente durante la segunda mitad no fueron espontáneas.
Una de las
causas de éstos acontecimientos fue el hecho de que Rusia, al ver que Finlandia
tenía relaciones crecientes y prósperas con el resto de Europa y que los
finlandeses empezaran a tener una mayor independencia, se dedicaran a
"rusificar" a Finlandia. Uno de esos "atentados" a la
autonomía finlandesa fue el que se instituyera el ruso como lengua oficial,
desplazando al finés y al sueco, hecho que para los habitantes fue un agravio,
ya que les había costado mucho el que se instituyera el finés como lengua
oficial.
Probablemente
uno de los errores de Rusia fue haberle dado a Finlandia demasiadas
atribuciones, pero Rusia tenía que asegurar la fidelidad del Estado finlandés
de algún modo y el darle a los finlandeses una mejor calidad de vida de la que
habían tenido con Suecia fue una manera importante de mantener esa fidelidad.
Sin embargo, esto solo fue en teoría, ya que la mayor parte de los finlandeses
siguieron viviendo en condiciones precarias:
"el renacimiento de la literatura finlandesa, la
constitución política de Finlandia, la formación del partido nacionalista o
finlandés, son obra de la dominación rusa, la cual, no pudiendo aspirar a una
asimilación rápida de éste país a la metrópoli, se mantiene neutral entre las
dos fuerzas constitutivas, la nacional y la sueca, y permite así que la primera
se haga dueña de la situación."[16]
Otro de
los hechos que motivó a los finlandeses a desarrollar su propia identidad
nacional, fue la lengua: durante toda la historia de Finlandia el finés fue la
lengua vulgar, siendo el sueco la lengua oficial del país. Sin embargo al
momento de pasar a manos rusas, el sueco se siguió conservando, pero el finés
comenzó a tener una mayor presencia provocada por la publicación, del Kalevala;
su recopilador, Elias Lönnrot, fue el primer finlandés de la élite en hacer del
finés su lengua madre, siendo él un parteaguas, para la posterior publicación
de libros y poemas en finés. Esto es muy importante, ya que con la obra de
Lönnrot no solo se retomaron las raíces de Finlandia como nación, sino que se
desarrolló la lengua del país, que había sido siempre la del pueblo, la lengua
vulgar, ya que como apunta Ángel Ganivet:
"La
autoridad rusa es conveniente; la lengua sueca podrá quedar como medio
supletorio de comunicación intelectual; pero el espíritu del país sólo puede
llegar a su máxima altura recogiéndose sobre sí mismo y 'pensando en su natural
idioma', fijado ya y ennoblecido por creaciones de tan subido valor como el Kalevala."[17]
Y estoy de
acuerdo con el señor Ganivet, ya que ésta obra es hermosa, es una exaltación de
la tierra, es una defensa de lo nacional a lo extranjero, viéndolo desde el
punto de vista romántico, no se asemeja a nada que se jacte de serlo, a lo
largo de todos los versos, la idea principal es la lucha entre los hijos de
Kaleva, que podrían ser los finlandeses, contra las huestes de Pohjola, que
bien podrían ser los suecos o los rusos.
La
identidad finlandesa se ve permeada por el hecho de que éste pueblo no
pertenece a la raza báltica, ni a la indoeuropea, la raza finlandesa y también
la lengua es impar y lo únicos primos que tienen en Europa, son los húngaros y
los estonios, esto hizo que los finlandeses no se sintieran identificados con
los rusos, ni con los suecos, lo que los llevó a buscar una identidad propia,
algo que los diferenciara de ambos pueblos. Además de que Rusia al no haber
constituido su dominio sobre una base étnica y lingüística, no pudo
homogeneizar a su población. Por lo cual "el nacionalismo finlandés tuvo
como bases el idioma y la cultura nacionales, un estado fuerte y vigorosas
identidades nacionales."[18]
Otra de
las cosas que son rescatables es el hecho de que la obra de Jean Sibelius fue
sumamente aceptada por el pueblo (incluso más que la de Runeberg) pero
fuertemente criticada y reprimida por los rusos y bien tuvieron razón los
rusos, ya que a lo largo de toda la letra de éste poema (escrito posteriormente
a la composición musical), se pueden encontrar versos llenos de nacionalismo,
versos llenos de Finlandia; los finlandeses ya no querían ser parte de Rusia, y
eso, junto con las grandes relaciones que tenía la clase intelectual en Europa,
y por ende la influencia que las ideas europeas tenían sobre ésta clase, los
llevó a refugiarse en la teoría de las nacionalidades y buscar su independencia
y conforme a esto, Finlandia ya estaba preparada para buscar su independencia y
conforme ésta teoría, el país ya estaba preparado para buscar una emancipación,
ya que poseían un idioma, una religión, una literatura y artes propias. Y es
por eso que cuando la independencia finlandesa se vio amenazada en la segunda
guerra mundial, éste sentimiento se hizo nuevamente presente:
"¡Oh,
despierta, Finlandia, levántate muy alto!
Tu cabeza
se corona con grandes pensamientos
¡Oh,
despierta, Finlandia, muéstrale al mundo!
Que te
zafaste de la esclavitud
Y que no
te rendiste a la opresión
Tu mañana
ha empezado, patria."[19]
Para mi no
hay mejor manera de llamar a un pueblo sometido a buscar la independencia que
por medio de la música, porque la música es universal y no entiende de
fronteras, es por eso que el opus no. 26 de Sibelius es más querida en
Finlandia que el propio himno nacional, ya que aunque la obra de Runeberg, Maamme
es una obra nacionalista, Finlandia lo es más ya que fue escrita en
finés y no en sueco, por lo que se llamó al pueblo en su propio idioma y no en
uno que ni les pertenecía. Es por eso que Finlandia tiene más valor que Maamme.
Además de que esa llamada fue muy directa, si bien nunca hace mención de los
rusos, si hace mención a la opresión y a la esclavitud, no sólo fue el llamado
a la independencia, sino que también es la extensión de la realidad social que
se vivía, justo éste es el momento en que la rusificación comienza a hacerse
presente y la clase intelectual del país comienza a hacer su nacionalismo más
presente con obras como ésta y con pinturas como las mencionadas anteriormente.
Para
finalizar, Finlandia jugó un papel importante para la seguridad del Imperio
Ruso en el siglo XIX, además de que tuvo un gran desarrollo intelectual e
ideológico, que bien pudo competir con otras poten las europeas. Todo esto es
resultado de la enorme autonomía que tuvo bajo el dominio ruso, autonomía tal
que llevó al país a ser la primera nación europea en otorgar el sufragio
universal a las mujeres, llevó a Finlandia a ser una nación próspera
económicamente (a pesar de ser un país agrario) y a desarrollar industrias tan
importantes hasta nuestros días como Nokia; mismo desarrollo que hoy en día
hacen de Finlandia la nación más próspera económica, social, política y
educativamente.
[2] Klinge, op.
cit., p. 87.
[4] Sumner, op.
cit., p. 105.
[5] S.A., op. cit.,
p. 20.
[6] Sakari Saarikivi, “El arte moderno”, en V.V.A.A., Finlandia, ayer y hoy, Madrid, Espasa-Calpe, trad. Alfonso Reta y
Felipe Ximénez de Sandoval, 1973, p. 154.
[7] Klinge, op.
cit., p. 105.
[8] Ganivet, op.
cit., p. 139.
[9] Elias Lönnrot, Kalevala,
Madrid, Alianza Editorial, prol. Agustín García Calvo, trad. Joaquín Fernández
y Úrsula Ojanen, 2004, p. 34.
[10] Klinge, op.
cit., p. 70-72.
[12] S.A., op. cit.,
p. 19.
[13] Runeberg, op.
cit., p. 6.
[14] S.A., Finlandia, (DE 7 de octubre de 2011,
09:20 p.m., en http://www.sibelius.fi/english,musiikki/ork_finlandia.htm)
[16] Ganivet, op.
cit., p. 66.
[18] S.A., op. cit.,
p. 32.
[19] S.A., Finlandia
Hymni, (DE 7 de octubre de 2011, 08:01 p.m., en http://www.suomifanit.com/pages.php?page=laulukirja) texto traducido del finés por Anahí Sandoval: Oi nouse, Suomi, nosta korkealle/pääs' seppelöimä suurten
muistojen,/oi nouse, Suomi, näytit maailmalle/sa että karkoitit orjuuden/ja
ettet taipunut sa sorron alle,/on aamus' alkanut, synnyinmaa.